Desgraciadamente en los últimos años debido a los recortes se ha ido deteriorando progresivamente la AP, y ahora  la pandemia por la COVID 19 ha venido a agravar la situación al no dotar de medios ni personales, ni económicos, ni técnicos suficientes, dejando a los y las profesionales de los centros de salud sin capacidad para ofrecer una atención de calidad.

La prevención y educación para la salud, pilares de una visión comunitaria de la atención primaria de salud se han abandonado, si a ello añadimos la falta de previsión, la falta de inversión  y la mala gestión, el resultado es que en muchos casos, las plantillas se encuentren abandonadas a su suerte provocando su desgaste y desmotivación, y haciendo que la relación entre ciudadanía y profesionales corra un serio riesgo de deteriorarse irremediablemente, al no ver la ciudadanía,  atendidas debidamente sus necesidades.

Fue por todo ello que a iniciativa tanto de los y las profesionales sanitarios como de los y las vecinas de los barrios y pueblos, que en octubre de 2020  empezamos las concentraciones en las puertas de los centros de salud a las 11.00 h, y en Atarrabia como no, también comenzamos las concentraciones en defensa de nuestro centro de salud, y en defensa de la Atención Primaria.

A mediados de Marzo del 2021, hicieron la presentación de un plan de acción  para superar los problemas y dotar a la Atención Primaria del trato que se merecía, dejando claro que no iba a ver inversión para AP, y dejando solo, buenas palabras sobre el papel, esa misma semana respondimos con la vuelta a las concentraciones exigiendo hechos más allá de la palabras y convocamos a una manifestación para el 15 de mayo, por las calles de Iruña con el lema Cuida tu Centro de Salud, cuídate a ti. Atención Primaria Aurrera.

La conclusión es que han pasado 18 meses desde que comenzó la pandemia, que la situación de los centros de salud se hace insostenible, y lo único que han hecho es poner parches  y  eso debido a la presión ejercida por la ciudadanía. Aún seguimos esperando un nuevo modelo asistencial, en el que prime a la prevención y la educación sanitaria, y no la demanda diaria y urgente como hasta ahora, por no tener tiempo, ni personal ni estructural para ello, necesitamos una solución al agotamiento de los y las profesionales, que queremos “atender y no morir en el intento” y una solución a la carencia asistencial de la ciudadanía.